
Steven Saylor es toda una sorpresa.
Estamos acostumbrados a detectives estilo dirty,
perdedores, marginales, cínicos… Gordiano tiene alguna de estas características,
pero hay una novedad sustancial: es un detective de la Antigua Roma.
Lo llaman el Sabueso por razones obvias.
No se distingue de los detectives habituales que leemos, ambientados en la
época actual. Pero remontarnos más de 2000 años para encontrar algo así merece
la pena, es una novedad que nos saca de las sociedades en las que vivimos o que
conocemos razonablemente bien.
Saylor conoce la Historia (una visita a
la wiki o algo similar lo corrobora). De lo contrario, las tonterías serían muy
evidentes. En sus novelas aparecen personajes históricos conocidos por todos.
En ésta, Sila y Cicerón. El primero, ya en el ocaso de su dictadura, consciente
de que su tiempo ha pasado, crepuscular. Cicerón, por el contrario, es un joven
abogado de impecable oratoria, que necesita a alguien para explorar lo que él
no puede o no sabe.
En esta novela, se trata de un caso de
alguien que está acusado de encargar el asesinato de su propio padre, algo tan
terrible que es casi imposible de concebir. El castigo por ello es aún más
terrible (no lo cuento).
En definitiva, merece la pena esta
novela, Sangre romana, y alguna otra
que he leído del autor, cuyo conocimiento debo a una conversación de bar. Ya lo
dijo Gabinete Caligari: “Bares, qué lugares, tan gratos para conversar…”
Título original: Sangre romana.
Autor: Steven Saylor.
Editorial: Planeta.
Edición: 1ª.
Lugar: Barcelona.
Año: 2006.
Número de páginas: 480.
Precio: 9,95 €.
Puntuación: 7 (sobre
10)