
La historia no da mucho de sí, 148 páginas que pueden ser 48
o mejor aún 8. Una mujer, de la que sabemos poco, padece una ruptura amorosa
con un tal Davide, un mecánico guapetón, motorista y follador. A partir de ahí,
la cosa deriva en que entra en su facebook, espía las fotos, pide amistad a su
amante, la obtiene, les vigila, entra en contacto con ella… Como se ve, todo de
un interés inusitado, una historia que no hemos visto nunca. Pues será el
estilo. Tampoco. Una especie de realismo sucio de baja intensidad: palabras
como “follar”, “coño”, “gilipollas”… Bien, ¿qué más? Tampoco la autora nos
descubre nada.
El final, entre lo esperpéntico y lo risible. Yo tengo la
impresión de que me han contado una historia de chonis y canis con toques
impostados de lujo que no me creo: cena con ostras y champán en lugares
exclusivos, abogados, coches de lujo…
Los personajes, muy pobres en su caracterización, planos,
sin profundizar en nada. Y los secundarios… Terciarios, prescindibles. Como el
libro. Normalmente lo habría abandonado, pero se lee fácil y cuando empecé a
estar muy enfadado se terminó.
Autora: Elena Stancanelli.
Título original: La femmina nuda.
Traducción: Pilar González Rodríguez.
Editorial: Anagrama.
Edición: 1ª.
Lugar: Barcelona.
Año: 2018.
Número de páginas: 148.
Puntuación: 2 (sobre 10)