
Cuenta
la historia crepuscular de un Sherlock Holmes con 93 años. Tiene problemas de
salud, cojea. Y su memoria es cada vez peor (el detalle del diario en el que ha
de apuntan los olvidos es conmovedor). Está escribiendo un caso que no logró
resolver, un caso que le ha perseguido con una culpa recurrente de la que
necesita liberarse con la escritura. Y también con ese niño, hijo huérfano de
su ama de llaves. Y también con las abejas.
En
este sentido, la historia es crepuscular, melancólica. Trata de los estragos de
la vejez sobre la razón (la Lógica, en Holmes con mayúscula), la culpa, la
redención. Los sentimientos. Es una película que busca los sentimientos que tan
bien entendió Pascal y que precisa finalmente Holmes.
Los
actores están impecables, especialmente Ian McKellen.
¿Qué
falla entonces? No lo sé. Creo que son innecesarios tantos flas-backs. Pero no
es eso. Un cierto pulso, algo que no acaba de llegar, una mayor solidez o
empaque, la proximidad que va y viene y no acaba de asentarse.
En
todo caso, recomendable. No excelente, eso sí. Aunque mejor que ese par de
engendros de mamporreros que vimos los últimos años.
Título
original: Mr. Holmes.
Año: 2015.
Duración: 104 minutos.
Nacionalidad:
Reino Unido.
Dirección: Bill
Condon.
Guión:
Jeffrey Hatcher (Novela: Mitch Cullin).
Música: Carter Burwell.
Reparto: Ian McKellen, Laura Linney, Hiroyuki Sanada, Frances de la Tour, Roger Allam, Philip Davis, Hattie Morahan...
Reparto: Ian McKellen, Laura Linney, Hiroyuki Sanada, Frances de la Tour, Roger Allam, Philip Davis, Hattie Morahan...
7 sobre 10