
Cuenta
la historia de un hindú que es enviado para agasajar a la reina Victoria con
unas monedas conmemorativas. A la reina le hace gracia (sin que sepamos muy
bien la razón) y poco a poco comienza una relación que lo convierte en criado
personal, consejero, amigo…
La
corte despliega sus prejuicios y trata de hacer imposible este acomodo de
oriente en occidente. La xenofobia colonialista aparece una y otra vez en la
película, pero sin ahondar en nada, sin entrar en el drama, sin abrir la
herida. Incluso a veces de un modo demasiado amable.
En su
haber cuenta con unos actores fenomenales, especialmente la actriz Judi Dench,
que es la reina, con una interpretación como he visto pocas. Me gusta
especialmente el chorreo que echa a su hijo cuando este le amenaza con
incapacitarla.
Pero poco más. Stephen Frears es un gran director que se ha quedado a medio camino y que no se ha atrevido a más. ¿Exigencias de la taquilla? No lo sé, pero el tema daba mucho más, yo esperaba más que mera hagiografía suntuosa.
Título
original: Victoria
and Abdul .
Año:
2017.
Duración:
112 m.
Nacionalidad:
Reino Unido.
Dirección:
Stephen Frears.
Guión: Lee
Hall (Novela: Shrabani Basu).
Música:
Thomas Newman .
Reparto:
Judi Dench, Ali
Fazal, Stephen Graham, Adeel Akhtar,
Paul Higgins, Michael Gambon, Tim
Pigott-Smith, Olivia Williams, Robin Soans,
Jonathan Harden, Sukh Ojla,
Kemaal Deen-Ellis…
Puntuación: 5
(sobre 10)