
Esta película, además, cuenta una
historia muy coyuntural y muy francesa. No sé si todo el mundo en España conoce
esas referencias.
El director nos sitúa en una ciudad de
tamaño medio/pequeño al norte de Francia (hay indicaciones de “hermandad” con
Valonia y también con Holanda). La protagonista es una enfermera muy celosa del
cumplimiento de sus deberes, tanto profesionales como personales. Está
separada, tiene dos hijos, se siente agobiada además por un padre con el que no
se entiende. Un médico, amigo de la familia, la tienta para que participe en
política de un modo patriótico, “ni de izquierdas ni de derechas”, quieren que
se presente alguien del pueblo, comprometido con cambiar las cosas. Y ella no
se da cuenta de lo que hay detrás de ese movimiento: la intolerancia, el
racismo, incluso el fascismo.
La película tiene mucho interés y
cuenta, encarnada en personas concretas, la historia y pretensiones del Frente
Nacional y de la familia Le Pen con alusiones más que evidentes. La pobre
Pauline, aunque tiene deseos nobles, es tremendamente ingenua se da cuenta
cuando ya es tarde.
No es un tema fácil ni las soluciones
políticas lo son. A menudo los bienintencionados no son más que marionetas de
los que tienen intereses más bien torticeros. Eso le pasa. Creo que la película
ahonda en eso y se mueve en el terreno de la comprensión, pero en absoluto de
la justificación. Algo que ocurre en Francia, que tal vez llegue a España, no
estamos libres, nadie lo está.
Título original: Chez nous.
Año: 2017.
Duración: 117 minutos.
Nacionalidad: Francia.
Dirección: Lucas Belvaux
Guion: Lucas Belvaux, Jérôme Leroy.
Reparto: Émilie
Dequenne, André Dussollier, Guillaume Gouix, Catherine Jacob, Anne Marivin, Patrick Descamps, Charlotte Talpaert, Mateo Debaets, Coline Marcourt, Corentin Lobet, Thibault Roux…