domingo, 13 de enero de 2019

LUCÍA Y EL SEXO


Hace un par de noches pusieron esta peli por televisión. La volví a ver. Perdón, la volví a ver hasta que dije basta.

He cambiado o me he saturado. Reconozco que el cine de Medem nunca ha sido santo de mi devoción, si exceptúo Vacas y Tierra, aunque también hace tiempo que las vi y no sé si en una segunda vuelta las soportaría.

En Lucía y el sexo hay una historia (parece) de un escritor atormentado, que tiene todos los tics del tema de la creación literaria. Y una chica que le quiere y a la que él parece querer. Tiene un pasado con una historia que aparece más o menos psicoanalíticamente en sus escritos y realidad y ficción se mezclan. Quien no haya oído hablar de esto seguro que es seducido. Lo malo es que es muy viejo.

Si a eso añadimos ciertos toques esotéricos (los pozos/agujeros, el mar, la luna…) ya tenemos otro ingrediente atractivo. Y si introducimos sexo a cascoporro más aún. Naturalmente, es un placer ver los espléndidos cuerpos de Paz Vega y Elena Anaya; también  se podrá disfrutar de cuerpos masculinos y de penes en estado de gracia. Pero… poco añade todo esto. Son ingredientes mal cocinados, un guion que hace aguas y unos diálogos y situaciones que me resultan sonrojantes.

Sé que Medem tiene incondicionales. A mí me parece un director enormemente sobrevalorado, el equivalente hispánico de Lars von Trier, psiquiátrico (de hecho, es psiquiatra), epatante, pero muy plano en su propuesta. Es decir, tras tanto fuego de artificio no encuentro nada.

Cuando quedaban quince minutos me fui a dormir.

Estoy leyendo opiniones sobre esta película y me encuentro con ésta de Carlos Boyero: “Una gilipollez seudoromántica, manierista, cargante”. Eso mismo.


Título original: Lucía y el sexo.
o: 2001.
Duración: 123 m.
Nacionalidad: España.
Dirección: Julio Medem.
Guión: Julio Medem.
Música: Alberto Iglesias.




Puntuación 2 (sobre10)

2 comentarios:

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