miércoles, 29 de julio de 2020

EL ENIGMA DE LA HABITACIÓN 622


Vamos a ver. No sé muy bien cómo empezar. Son 619 páginas. A ojo de buen cubero yo le quitaría unas 200 o tal vez 300. Esa manía que tienen muchos escritores con escribir mucho cuando a veces menos es más, no la entiendo, la verdad.

Seguro que alguien dice que la trama lo necesita. Pues no sé. La trama no es compleja, sino alambicada, que no es lo mismo. Y lo que es peor, innecesariamente alambicada. Porque tiene personajes fabulosos, muy especialmente Anastasia y Lev, pero también Arma, tantos. Tantos que son demasiados. Algunos apenas tienen relevancia, como Irina. Los policías lo mismo de lo mismo, cierta sensación de que no pasaba nada si se prescinde de ellos.

Parece que estamos asistiendo a un guión de una película empeñada en sorpendernos cada minuto con algo nuevo. Y al final las sorpresas se tornan previsibles y dejamos de creen en la historia. Cada vez me recuerda más al juego de las caretas de Misión imposible: 3.

La trama, por cierto, se derrumba al final de un modo sentimentaloide, se nos caen los personajes, se acaba el libro, me da igual quien es el asesino y quién se queda con quién y tampoco pasa nada especial en mi vida. Bueno sí, unas cuantas horas de entretenimiento veraniego y la sensación de que el escritor da mucho de sí, pero se ha empeñado en hacer algo fácil, digerible y folletinesco.

Y ahora es cuando digo que me gustó mucho más La verdad sobre el caso de Harry Quebert.



Autor: Joel Dicker.
Título original:  L'énigme de la chambre 622.
Editorial: Alfaguara.
Traducción: María Teresa Gallego Urrutia y Amaya García Gallego.
Edición: 1ª.
Lugar: Barcelona.
Año: 2020.
Número de páginas: 619.



4 sobre 10